Era el hijo mayor del emir Abdallah Chehab y Sheikha Badiaa Hbeich.
En 1916, con 14 años, Fuad Chehab dejó la escuela y empezó a trabajar en los juzgados de Jounieh, la ciudad donde creció.
[4] Fuad Chehab entró a formar parte del Ejército Libanés como Comandante en Jefe en 1945,[5] cuando se crea el cuerpo militar oficial de Líbano, ya finalizados los mandatos y la presencia militar francesa en el país.
[6] Durante su etapa como comandante del Ejército, rechazó la intervención de las Fuerzas Armadas en la política.
Chamoun pidió ayuda a los Estados Unidos, y los marines estadounidenses desembarcaron en Beirut.
[10] La presidencia del general Chehab se centró en garantizar la estabilidad del país y la convivencia entre cristianos y musulmanes, bajo el lema de que las revueltas de 1958 no habían tenido ni ganadores ni perdedores.
Este informe se llamó “Plan para la reconstrucción de la economía libanesa y reforma del Estado”, y lo redactó en colaboración con Joseph Naggear, que después sería director del Consejo Nacional para la Investigación Científica Libanesa.
[15] En 1960, dos años después del comienzo de su mandato, considerando que el país ya había alcanzado la paz y la estabilidad suficientes como para llevar a cabo profundas reformas, propuso su dimisión.
Sin embargo, los miembros del Parlamento le convencieron para continuar y que llevara él mismo a cabo ese plan de reformas que se conocería posteriormente con el nombre de “chehabismo”.
Según ellos, estos dos factores dividían a los libaneses e impedían crear un Estado fuerte y cohesionado.
La construcción de un Estado fuerte en la región suponía dar al traste con el sueño panarabista.
Y los partidarios del liberalismo económico radical recelaban de las intervenciones estatales en el sistema fiscal que se pretendían llevar a cabo.
En 1964, Chehab rechazó una posible reforma de la Consititución que le hubiera permitido presentarse a las elecciones para conseguir un segundo mandato.
Años más tarde, Chehab criticó duramente a Helou por permitir la presencia de guerrilleros palestinos armados en el sur del país,[23] y por favorecer el retorno de los políticos tradicionales partidarios del sectarianismo.
Su intento fue en vano, puesto que en esa fecha palestinos, israelíes, sirios y todos los demás bandos en el conflicto ya habían tomado las armas.