Fue nombrado comandante en jefe del ejército francés en el frente italiano tras la destitución de Nicolas Catinat.
En 1693, sin haber asumido ningún mando realmente importante, se le nombra Mariscal de Francia gracias a su amistad con Luis XIV.
Paradójicamente, por este hecho hoy en día esa ciudad presenta una regularidad y unión arquitectónica características.
En 1701 Villeroy fue destinado a Italia para sustituir a Nicolas Catinat, pero fue derrotado rápidamente por el príncipe Eugenio de Saboya en la Batalla de Chiari.
Efectivamente, los franceses conservaron Cremona y el resultado de la batalla fue neutral.