François-Henri de Montmorency-Luxembourg

Como gran aficionado a batirse en duelo, François III infringió ciertas órdenes al respecto que colmaron la paciencia del Rey, siendo finalmente decapitado por orden del Cardenal Richelieu a consecuencia de haber desafiado el edicto real que prohibía el duelo y haber combatido a plena luz del día en la Plaza Royale de París contra François de Harcourt.[1]​ Su tía Charlotte de Montmorency decidió ofrecer protección al muchacho e hizo que estudiase con su hijo Luis II de Borbón-Condé.Aunque no tuvo un mando efectivo en esta guerra, François-Henri de Montmorency acompañó a su primo en todas sus campañas.[3]​ Durante las revueltas de la Fronda estuvo unido a su primo Condé.Siempre bajo su mando, participó, en el ejército español, en la toma de Rethel y Sainte-Menehould.[2]​ Tras la Paz de los Pirineos (1659) fue puesto en libertad y se reconcilió con Luis XIV.[4]​ Participó en la guerra de Devolución, ascendiendo a Teniente General.Derrotó a un ejército holandés en Woerden y Bodegrave[5]​ tras lo que tomó varias ciudades utilizando una gran violencia.Cuando Guillermo de Orange puso bajo asedio Charleroi, reunió sus tropas y marchó para socorrerlo sin embargo encontró oposición en Suvamerdam y no tuvo que retirarse.[9]​ Poco después comenzaron las negociaciones que dieron como fruto los Tratados de Nimega.[11]​ El ejército aliado estaba dirigido por el Príncipe Jorge Federico de Waldeck, porque Guillermo se encontraba en Inglaterra donde había tenido lugar la Revolución Gloriosa.[12]​ Tras esta batalla tomó las ciudades de Groll, Dewenter y Woorden.En esta batalla, el Mariscal de Luxemburgo estuvo a punto de perder la vida cuando un soldado que le reconoció se abalanzó, pistola en mano.Por fortuna, para él, pudo desviar el brazo del soldado antes del disparo y antes de que reaccionara sus acompañantes acabaron con su vida.En sus últimos momentos fue cuidado por el famoso cura jesuita Bourdaloue, que dijo sobre su muerte, "No he vivido su vida, pero desearía morir su muerte."Poseía audacia para idear empresas militares, acompañada de sangre fría en los momentos peligrosos.
Luis II de Borbón-Condé en la batalla de Rocroi , por François Joseph Heim .
Batalla de Rethel , por Sebastian Beaulieu .
Batalla de las Dunas , de Jean-Antoine-Siméon Fort .
Asedio de una ciudad holandesa durante la guerra franco-holandesa , de Pieter Wouwerman .
Batalla de Seneffe , de Noel Olivier .
Batalla de Fleurus (1690) , de Pierre-Denis Martin .
Mapa de la batalla de Leuze , de Joseph Parrocel .
Mapa de la batalla de Landen .
François-Henri de Montmorency .
Escudo de armas de la Casa de Clermont-Tonnerre .