Nació en el pueblo de Tršić y como sobrevivió a sus otros seis hermanos y hermanas fallecidos por tuberculosis, su madre le puso como protección por efecto apotropaico el nombre de "Vuk", que en serbio significa lobo, pues era una creencia popular que las brujas y los espíritus malignos no podían herir a estos animales.
Participó en la Primera y Segunda insurrección serbia contra el dominio otomano y a consecuencia de ello tuvo que refugiarse en Viena, donde conoció al también filólogo esloveno Jernej Kopitar.
Una de sus mayores aportaciones fue la reforma del alfabeto cirílico serbio eliminando letras que se habían quedado obsoletas al representar sonidos que ya no se usaban e introduciendo otras nuevas.
[1] Esta definición implicaría que amplias áreas de Croacia y Dalmacia, así como Bosnia-Herzegovina, incluyendo territorios habitados por católicos y musulmanes que no tenían conciencia nacional serbia, serían serbios.
Cabe hacer notar que, curiosamente, su definición exclusivamente lingüística habría excluido no sólo a Kosovo sino al propio sur de Serbia, donde se habla el dialecto torlački.