Los restos más antiguos encontrados en Treviso apuntan a que el lugar fue habitado durante la edad de bronce.En 1164 el emperador Federico Barbarroja reconoció la carta de ordenamiento comunal, por lo que hizo que fuera partidaria del Imperio; si bien en los años siguientes se adhirió primero a la Liga Veronesa y después a la Liga Lombarda.Con la muerte de ambos volvió la libertad, aunque pronto se vio envuelta en las luchas entre gibelinos y güelfos.En 1848 la ciudad se rebeló contra los austriacos, que sofocaron la rebelión el 14 de junio del mismo año.Los muros y los fosos llenos de agua derivada de los ríos que atraviesan la ciudad, aislaban y protegían el núcleo urbano y los recursos necesarios para la vida, al mismo tiempo que otorgaba una ventaja competitiva para los soldados que protegían la ciudad, garantizando una alta efectividad en demorar el eventual ingreso al interior de los muros por parte del enemigo.