El protagonista de la novela, Howard Roark, es un joven arquitecto que decide luchar solo contra los convencionalismos sociales, las ideas preconcebidas, los prejuicios, y las mentes pusilánimes, en lugar de comprometer su visión artística y personal.
El cómo otros personajes se refieren a Roark en la novela revela diversos arquetipos del carácter humano, todos los cuales son variaciones entre Roark, el hombre ideal, de espíritu único, independiente e íntegro, y lo que la autora describe como second-handers (subordinados); personas mediocres cuyo objetivo es lograr el éxito aunque tengan que traicionarse a sí mismos y a sus principios y a las personas que aman y valoran, persiguiendo a todas aquellas personas que se alzan en contra de la mediocridad para mostrar su originalidad.
Las complejas relaciones entre Roark y los diferentes tipos de personas que ayudan u obstaculizan su progreso, o ambas cosas, permiten que la novela sea a la vez un drama romántico y una obra filosófica.
Estas personas se sintieron tan inspiradas por el libro que quisieron conocer a su autora.
Además de dedicarlo a su marido, Frank O’Connor, Ayn Rand también se lo dedicó a "la noble profesión de la arquitectura", escogiendo la arquitectura por la analogía que ofrecía con sus ideas: la supremacía del ego y la visión personal que cada artista cristaliza y plasma en sus obras, como virtudes.
En 1928, Cecil B. DeMille encargó a Rand la escritura de un guion para la que sería su película "Skycraper".
[5] También planeó inicialmente introducir cada capítulo con una cita de Friedrich Nietzsche, cuyas ideas habían influido en su propio desarrollo intelectual.
[12] Mientras Rand trabajaba como guionista para Paramount Pictures, su jefe, Richard Mealand, le ofreció presentarle a sus contactos editoriales.
El libro le gustó a un editor recientemente contratado, Archibald Ogden, pero dos revisores internos tenían opiniones encontradas al respecto.
[15] En 1971 la editorial New American Library lanzó una edición por su 25 aniversario, incluyendo una nueva introducción por Rand.
[cita requerida] El protagonista decide ir a la ciudad de Nueva York para trabajar para Henry Cameron, arquitecto incomprendido al cual admira.
Peter Keating, un compañero con excelentes calificaciones pero vacío de contenido y sin principios, se graduó con altos honores.
Teniendo plena libertad para diseñar a su antojo, Roark incluye un edificio con fuertes connotaciones espirituales de grandeza y logro, todo ello dedicado a la humanidad, y en el cual se encuentra una estatua de Dominique desnuda, que provoca una protesta pública por parte de un público mayoritariamente conservador y tradicionalista.
Dominique entrega todo su espíritu a Keating, haciendo y diciendo lo que él quiera.
Suplica a Toohey que, con su influencia, le consiga la comisión para el tan codiciado proyecto de viviendas Cortland.
Disminuye la circulación del "Banner" y los trabajadores entran en huelga, pero continúa la impresión con ayuda de Dominique.
Wynand debe enfrentarse a la elección entre cerrar su diario o revertir su postura y traicionar sus convicciones.
Su inclinación inicial era ser artista, pero su oportunista madre lo presionó para que estudiara arquitectura, donde podría conseguir un mayor éxito material.
Pese a la admisión de Roark, Keating no poseía habilidades creativas ni intelectuales, y ponía la riqueza sobre la moral.
La única cosa sincera en su vida es su amor por Catalina Halsey, la sobrina de Ellsworth Toohey.
Estas fortalezas son también las que inicialmente sofocan su crecimiento y hacen su vida miserable.
[30] Wynand es una figura trágica, que en última instancia falla en su intento de ejercer el poder, perdiendo su periódico, su esposa, y su amistad con Roark.
[36] Controla las víctimas individuales destruyendo su sentido de autoestima, y busca el más amplio poder (sobre "el mundo", como le declara a Keating) promoviendo los ideales del altruismo y un riguroso igualitarismo que trata a todas y a todos los logros como igualmente valiosas, independientemente de su valor real.
Rand utilizó su recuerdo del socialista británico Harold Laski para imaginar qué haría Toohey en determinada situación.
"Es acerca de un hombre contra el sistema, y no permite que otros asuntos se entrometan".
La individualidad de Roark elogia a los arquitectos modernos como intransigentes y heroicos.
[44] Hubo otras críticas positivas, pero Rand las ignoró, ya sea porque no comprendían su mensaje o porque eran publicaciones de escasa importancia.
Rand, Lane y Paterson han sido llamadas las madres fundadoras del movimiento libertario de Estados Unidos.
[69] Sin embargo, las ventas de la novela incrementaron como resultado del interés provocado.
[72] Sin embargo, más tarde mostraría una actitud más negativa con respecto al film, llegando a decir que no le gustó desde el principio al fin, y quejándose de su edición, actuación y otros elementos.