The Fountainhead (película)

La película sigue fielmente la trama argumental básica de la novela, aunque dejando fuera muchas subtramas del libro.

En varias ocasiones durante el rodaje, Ayn amenazó con suspender todo el proyecto si el guion sufría la más leve modificación.

Gary Cooper, quizás ya demasiado mayor para un papel que en el libro corresponde a un hombre joven, pronunció el famoso discurso final sin entenderlo realmente, cosa que se nota en la entonación y en el énfasis.

Describe parte de dicha filosofía, aunque según la propia Ayn Rand no quedó del todo conforme con el resultado.

Howard Roark es el prototipo de hombre dentro de esta filosofía y Ellsworth Toohey, columnista del periódico, es su antítesis, un hombre cuyo pensamiento (radicalmente opuesto a la filosofía objetivista que propugna Rand) queda retratada en el siguiente extracto del libro en que se basa esta película: En cambio, el objetivismo como corriente filosófica no admite coerciones que menoscaben la libertad individual, más allá del respeto a la libertad de los demás.