Thomas William Robertson
[1] Hijo del actor William Robertson, originario de una vieja estirpe teatral[2] y responsable de un "circuito teatral" itinerante entre Bristol y Cambridge, Robertson estuvo familiarizado con los escenarios desde su infancia.[2] Durante su infancia y juventud fue actor en la compañía provincial de la que era director su padre.Pintaba decorados, hacía sugerencias, escribía canciones para la compañía, adaptó La batalla de la vida y El hombre hechizado, de Charles Dickens, e interpretó toda una gama de papeles incluyendo Hamlet, Charles Surface, Young Marlow, John Peerybingle en El grillo del hogar, el Dr. Pangloss, Monsieur Jacques y Jeremy Diddler.Tras aprender francés por su cuenta, fue durante unos meses bedel en una escuela de Utrecht, donde le pagaron mal y pasó hambre.[5] Robertson subsistía escribiendo en periódicos mediocres; y en cierta ocasión intentó alistarse en el ejército, pero fue rechazado.La pareja recorrió con escaso éxito Belfast, Dundalk y numerosas ciudades pequeñas de Irlanda.[1] En 1851, William Farren, entonces director del Teatro Olympic, produjo su primera obra, Las aventuras de una noche, que se representó durante cuatro veladas.[5] Sin embargo, la obra le reportó tan poca utilidad práctica que sopesó abandonar la profesión para convertirse en estanquero.Pero cuando Sothern la llevó al Haymarket poco después fue recibida muy favorablemente, y desde entonces ha sido reestrenada con frecuencia.[3] Por otra parte, el autor y la compañía se complementaban a la perfección; las obras y la colaboración conjunta ―jugando también a su favor el reducido tamaño de la sala― fueron inmediatamente reconocidas como algo nuevo.Sus más conocidas obras (a excepción de David Garrick) fueron escritas para el antiguo Teatro Príncipe de Gales dirigido por los Bancroft, y esa norma suponía un hito histórico en la evolución del teatro inglés.Sus mayores triunfos eran exclusiva del Teatro Príncipe de Gales, cosechando un éxito desigual las obras producidas en otras salas, y siendo en algunos casos un fracaso.Robertson publicó, además de David Garrick, otras dos novelas: Deslumbrado, no cegado y Stephen Caldrick.Robertson también escribió Constance, una ópera con música de Frederic Clay,[Nota 10] representada sin éxito en el Teatro Covent Garden.En sus mejores trabajos, como Caste ―su inequívoca obra maestra― y en otra media docena de obras, el proceso produce resultados muy satisfactorios.Fue el inventor de un sistema ―el cual, aunque artificial, fue efectivo, al menos temporalmente― para mostrar, antifonalmente, porciones de conversaciones o diálogos a dos bandas, una sentimental y la otra no pocas veces mundana.