Muchas escuelas de vuelo poseen al menos un aparato disponible para instrucción o alquiler.
Este avión está muy bien considerado entre los pilotos por su facilidad para volar con él sin tener que afrontar dificultades especiales.
Todos los Cessna 150 cuentan con unos flaps muy seguros que se despliegan hasta 40 grados, haciendo del aterrizaje con estos totalmente desplegados un agradable desafío tanto para los novatos como para los pilotos más experimentados.
[1] En cuanto a confort, todos los modelos desde 1966 montaron puertas mayores y un compartimento de equipajes.
Su reputación acerca de su estabilidad y facilidad de manejo le ha acarreado ocasionalmente ciertas críticas: se creía que los pilotos entrenados en el Cessna 150 no estaban bien preparados para manejar otras aeronaves en peores condiciones.
Sin embargo, la FAA certificó estos aviones como capaces de ascender con los flaps desplegados en peso máximo al despegue.
El Presidente Bill Clinton y su familia no se encontraban en esa residencia en aquel momento, por lo que nunca estuvieron en peligro.