Después de que la familia Grassi, coincidiendo con su completa extinción, vendiese el palacio en 1840, su propiedad fue pasando por diferentes manos.
En 1908 pasó a ser propiedad del industrial suizo Giovanni Stucky, tras cuya muerte, su hijo incorporó en la casa electricidad, un ascensor y calefacción.
La fachada principal, de claro estilo neoclásico, desarrolla una planta intermedia, inspirada más en modelos romanos que venecianos.
En el centro se abre un patio columnado similar al del palacio Corner,[2] que divide la estructura en dos bloques.
La fachada lateral, igualmente monumental, imita en estilo a la principal, proponiendo un portal de inspiración romana y una serliana en la primera planta noble.