Al reducir la tasa impositiva a la mitad e incrementar las medidas para hacer cumplir la ley, el gobierno británico esperaba que el impuesto sería verdaderamente recolectado.
Cuando fue aprobada por el Parlamento, la nueva Acta del Azúcar de 1764 disminuyó en la mitad el impuesto previo a la melaza.
[3] La nueva ley listaba bienes específicos imponibles, siendo el más importante la madera que solo podía ser exportada por Gran Bretaña.
Se otorgaron facultades a los oficiales de aduana para que pudieran juzgar todas las violaciones a la ley en cortes del vicealmirantado, antes que en juzgados en cortes coloniales locales donde los jueces, por lo general, miraban con buenos ojos el contrabando como profesión.
[12][13] En particular, Nueva Inglaterra sufrió pérdidas económicas debido al Acta del Azúcar.
El estricto cumplimiento de la norma convirtió al contrabando en más peligroso y riesgoso.
Los colonos argumentaban que el margen de beneficio del ron era muy pequeño para soportar cualquier impuesto.
Pero estas no tardaron en llegar en la segunda parte del año siguiente cuando se aprobó la Stamp Act.