Hans Eysenck
[7] En 1934 se vio forzado a emigrar de la Alemania nazi, refugiándose hasta 1939 en Francia y luego en el Reino Unido.Dicho «paradigma de la personalidad» es considerado por algunos autores como el más sólido ofrecido por la Psicología.Según estos modelos de la Antigüedad, se pueden distinguir distintas tipologías de temperamento en los individuos según su constitución física: sanguíneo (optimista), flemático (tranquilo), melancólico (depresivo) y colérico (irritable).Además añadió un cuarto factor, la inteligencia, aunque nunca lo vinculó a su teoría PEN.Cada una de estas dimensiones tenía unas bases biológicas a nivel neuroquímico y estaba compuesta por nueve factores o rasgos.Las bases biológicas de esta dimensión están relacionadas con la activación del sistema nervioso autónomo.Las dimensiones propuestas son concebidas en el ámbito del temperamento, desde lo que Eysenck denomina antecedentes distales, relativos a los determinantes biológicos.Por ello, estas dimensiones están fundamentadas en factores constitucionales de gran relevancia biológica, siendo denominadas como rasgos-fuente.El elemento clave aquí es un nivel elevado de activación del sistema límbico, que se manifiesta en un exceso de activación emocional en respuesta a los estímulos estresantes y situaciones amenazantes.Las diferencias individuales de la personalidad están relacionadas con activación: los sujetos introvertidos (mayor nivel de activación cortico-reticular muestran mayor condicionalidad) interiorizan más fácilmente conductas convencionales, al contrario que los extrovertidos que serán más propensos a conductas antinormativas.Son muchos los estudios realizados sobre la veracidad del modelo: Inicialmente se esperaba en estos estudios que los delincuentes tuvieran mayor nivel en las tres dimensiones, pero posteriormente se demostró que los niveles de extroversión eran más bajos en los sujetos institucionalizados.Así pues observamos como los dos primeros son idénticos a dos de las dimensiones del modelo PEN y como el psicoticismo da lugar a dos nuevas dimensiones, una centrada en el control de las propias emociones y la otra en la hostilidad o agresividad.Además incluyen dentro del modelo el intelecto (similar a la Inteligencia, pero más amplio) que ya trabajo Eysenck siempre por separado de su modelo PEN, si bien siempre reconoció que la inteligencia era un factor determinante en la personalidad del individuo.Además, publicaron estudios controlados en los que comparaban a personas tratadas por Grossarth-Maticek mediante un tratamiento al que denominaron "terapia conductual de novación creativa" (Eysenck y Grossarth-Maticek, 1991) con personas no tratadas.La polémica apareció por las consecuencias que la terapia conductual de aversión podía tener para los pacientes.Muchos psiquiatras abandonaron el uso de la terapia de aversión no por alguna preocupación ética por sus pacientes o porque pensaran que tal tratamiento era inhumano, sino porque pensaban que simplemente no funcionaba.Se ha documentado que algunos hombres homosexuales que se sometieron a terapia de aversión han sufrido graves efectos psicológicos a largo plazo, como depresión, desesperación e intento de suicidio.” (Rolls, 2015, p. 204)[19] Actualmente se ha reportado de manera más general que la terapia de aversión no hace que las personas gays se vuelvan heterosexuales como antes se sostenía, y que esta terapia causa problemas graves como depresión y trastorno de estrés postraumático a las personas homosexuales.[20] En 2017, Wendy Burn, la presidenta del UK Royal College of Psychiatrists, pidió disculpas públicas a la comunidad gay por el trato al que fueron sometidos durante los 1970s.[27][28][29][30][31][32] En una publicación de 1971, Bergin analizó los mismos 24 estudios que Eysenck había abordado en 1952, pero llegó a conclusiones distintas.[33][34] Durante los años 1980s la terapia cognitivo-conductual, que había sido creada en las décadas anteriores por Albert Ellis, Aaron Beck y otros especialistas, cada vez tuvo más influencia en el ámbito de la salud mental.Sin embargo, Eysenck se opuso a las innovaciones introducidas con la consideración de las variables cognitivas y de los pensamientos, lo que situaba a la teoría conductista en un marco teórico más amplio que la incluía y trascendía.Los psicólogos cognitivos han vuelto a las prácticas más antiguas de los psicoanalistas y psicoterapeutas, todos haciendo afirmaciones sin proporcionar pruebas de que estas afirmaciones estén realmente justificadas” (Eysenck, 1987, p. 15)[25] Uno de los artículos en que Eysenck sostuvo estas posiciones fue Creative Novation Behaviour Therapy as a Prophylactic Treatment for Cancer and Coronary Heart Disease, publicado en 1991 junto a Ronald Grossarth-Maticek.Un modelo teórico para explicar estos resultados negativos del psicoanálisis y de la psicoterapia en general ha sido presentado en otro lugar (Eysenck, 1985); se aplicaría igualmente bien en el campo psicosomático que en el campo puramente psiquiátrico.” (Eysenck & Grossarth-Maticek, 1991, p. 29)[26] Este último artículo en especial es problemático puesto que, si bien otros investigadores en el ámbito de la psicoterapia habían hallado resultados contrarios a los reportados por Eysenck, este artículo en específico ha sido objeto de un cuestionamiento más fundamental, ya que presenta una serie de datos que han sido denunciados como fabricados, fraudulentos y manipulados de forma deliberada, de acuerdo a la investigación del King’s College London y a autores como Anthony Pelosi, David Marks y otros.