[1] Deep Space 1 fue la primera misión del programa New Millenium de la NASA.
[2] Se trataba de un propulsor iónico alimentado por xenón y la energía eléctrica proporcionada por los paneles solares, desarrollado por la NASA en el Glenn Research Center.
Para alcanzar grandes velocidades los motores iónicos deben mantener su funcionamiento durante largos periodos de tiempo (días, meses o incluso años).
SCARLET (Solar Concentrator Array of Refractive Linear Element Technologies) es una tecnología usada en los paneles solares para mejorar su rendimiento, también desarrollada en el Glenn Research Center.
Conociendo dos o más posiciones diferentes a lo largo del tiempo, la nave puede determinar su velocidad, y con ambos datos, su trayectoria.
La sonda Deep Impact utilizó este sistema en su estudio del cometa 9P/Tempel 1.
El Agente remoto fue desarrollado en el Ames Research Center de la NASA, y era una inteligencia artificial que controlaba la nave sin supervisión humana.
Con este sistema se aumentará la fiabilidad y la capacidad para recoger datos científicos de futuras sondas.
En las etapas de crucero, en las que la nave no recoge datos científicos, la Deep Space 1 se limitaba a enviar una onda portadora a una determinada frecuencia, en lugar de datos, como las misiones clásicas.
Para detectar la onda portadora bastan antenas mucho más simples que las necesarias para recoger y decodificar datos.
El motor iónico falló tras 4,5 minutos de funcionamiento a partir del primer encendido.
Se determinó que la causa fueron cortocirtuitos debidos a restos de gas y material eyectados durante la separación de la última etapa y que cortocircuitaban la rejilla eléctrica del motor.
El motor comenzó a funcionar normalmente poco después, cuando desaparecieron los restos de contaminación.
La mayor distancia implicaba un menor brillo del asteroide, confundiendo a Autonav e impidiendo que apuntase correctamente la cámara hasta casi una hora después de la máxima aproximación.