Elda Peralta

Aunque alguien le dijo que una muchacha decente como ella nunca lograría sus objetivos, porque en ese medio todo el mundo busca algo más... Spota consiguió para Elda lo que se presumía sería su primera película, e inclusive, como protagonista, pero sucedió algo que no solo echó por tierra su debut, sino que la marcó para toda la vida: "Aquel cineasta, del que no diré su nombre, sobre todo porque ya murió, quiso pasarme por las horcas caudinas (sufrir el sonrojo de hacer por fuerza lo que no se quería)", se negó, porque tenía la rebeldía suficiente para no dejarse arrastrar.De todas formas Elda tendría una pequeñísima parte en la cinta.Su participación no se rodó y al día siguiente le comunicaron que estaba fuera, aunque podía cobrar sus dos días de trabajo.Lo ocurrido le causó tal trauma que durante los 10 años de su carrera, cada vez que decían «¡Cámara!» ella titubeaba y se le torcía un poco la boca.A pesar de aquello, Peralta no quitó el dedo del renglón, seguía con el deseo de ser actriz, le atraía y quería cumplir con ese gusto.Decidió tomar clases de actuación con Celestino Gorostiza, comenzaban los 50.Miguel M. Delgado, 1951); Acuérdate de vivir (1952); Chucho el roto (Dir.En 1965 le llamó José Luis Bueno para Cuernavaca en primavera, su último filme.Cursó además arte dramático, pantomima, danza y canto, tanto en México como en Nueva York (1950-1960).