La aeronave incorporó muchas características revolucionarias, como un fuselaje monocasco, piloto automático, y tren de aterrizaje retráctil.
En 1929, Boeing fusionó su empresa con Pratt & Whitney para formar la United Aircraft and Transport Corporation (UATC).
Posteriormente se recibieron pedidos para otros 15 aviones, procedentes de compañías o particulares.
En servicio fueron provistos de motores radiales Pratt & Whitney Wasp que desarrollaban 600 hp.
La aeronave, en vuelo de Cleveland a Chicago, fue destruida por un artefacto explosivo basado en nitroglicerina sobre Chesterton, Indiana falleciendo en total siete personas.