Hijo de una familia monárquica normanda, cuya ascensión social se vio truncada por la Revolución francesa, creció en un ambiente inmerso en la nostalgia por el entorno realista y jansenista.
Es un miembro del Romanticismo tardío, después de una primera época en la que mezcla catolicismo, dandismo (es legendaria su indumentaria) e incluso satanismo, se reconvierte al catolicismo más férreo y funda la Sociedad católica.
Escribe relatos y colabora como crítico literario en el periódico Constitucionnel en 1845.
Desde allí defenderá a Balzac y Baudelaire en 1857, sin embargo ataca Los miserables de Victor Hugo en 1862.
Escribió unos 1300 artículos sobre temas literarios, reunidos en Las obras y los hombres del siglo XIX, caracterizados por la agudeza y la brillantez, poseído de una gran capacidad para sorprender.