El término fue popularizado por el libro de 1991 Edge City: Life on the New Frontier («Edge city: la vida en la nueva frontera») de Joel Garreau, quien estableció su significado actual mientras trabajaba como periodista para The Washington Post.
Garreau afirma que las edge cities se han convertido en la forma estándar de crecimiento urbano en todo el mundo, constituyendo una forma urbana propia del siglo xx en contraposición a los downtowns céntricos del siglo xix.
Mientras prácticamente todos los distritos financieros o downtowns secundarios estadounidenses que se desarrollaron pensando en el transporte no motorizado o en el tranvía tienen una red viaria amigable para los peatones con calles relativamente estrechas, la mayoría de edge cities, en cambio, tienen una red viaria jerárquica basada en arterias urbanas hostiles para los peatones, lo que hace que sea difícil llegar a ellas y desplazarse a pie o en transporte público dentro de ellas.
Sin embargo, ninguno de estos dos proyectos llegó a buen término, lo que provocó una enorme congestión del tráfico en las calles que conectaban Century City con las autopistas existentes, a tres kilómetros de distancia.
En 2003, Lang y LeFurgy sostuvieron que las edge cities podrían resultar ser solo un fenómeno del siglo xx debido a sus limitaciones.
Por otra parte, como sus redes internas de calles están gravemente limitadas en capacidad, su densificación es más difícil que en los distritos financieros y downtowns secundarios tradicionales.
Como la mayoría están construidas a escala del automóvil, sostenían que «el transporte público habitualmente no puede servirlas bien».
Consideraban que el acceso y la circulación a pie dentro de una edge city era poco práctico, si no imposible, aunque las viviendas estén cerca.
[18] Para ello, «se han delimitado ocho distritos, cuatro de los cuales están centrados en torno a las nuevas estaciones del metro».
[18] Se continúan elaborando planes para mejorar el transporte y la accesibilidad de la zona.
[18] Pese a las lecciones que proporciona la experiencia estadounidense, en países con un rápido desarrollo como China, India y los Emiratos Árabes Unidos, las edge cities están emergiendo rápidamente como nueva forma urbana a medida que la propiedad de automóviles se dispara y se limpian terrenos marginales para su urbanización.
[4] En comparación con los centros urbanos, las edge cities ofrecen a las empresas muchas ventajas: terrenos más baratos, seguridad, comunicaciones eficientes por tierra, instalaciones tecnológicas avanzadas y una alta calidad de vida para sus trabajadores y directivos.
La edge city ofrece suministros a sus alrededores en la forma de instalaciones comerciales y servicios al consumidor.
[26] Como en cualquier ciudad, las edge cities atraviesan fases de crecimiento y reurbanización.
Según Phelps, «las intervenciones estatales son importantes tanto conceptual como empíricamente dado que con su alcance, momento, naturaleza y legado moldean la política urbana en diferentes lugares y en un mismo lugar en diferentes momentos».
Se creó así una reacción en cadena que dio forma a la actual Tysons.