Girolamo Muziano nace en Acquafredda, cerca de Brescia, en una fecha no conocida con precisión pero que fuentes indirectas sitúan hacia 1528-1532.
Su estilo juvenil encaja en la tradición veneciana, que da prioridad a un colorido rico, aplicado con pinceladas sueltas, en detrimento del dibujo.
Se trata de un paisaje rústico, inspirado en Tiziano y aplicado con pinceladas rítmicas que recuerdan a Tintoretto.
De acuerdo al gusto local, marcado por el legado del gran genio, Muziano trabaja un dibujo apurado y formas plasmadas con detalle.
En este último mural, la figura del ángel delata la influencia de Taddeo Zuccaro y Pellegrino Tibaldi, aunque Muziano opta por un clasicismo más sobrio.
Nombrado superintendente de la Santa Sede, Muziano recibe numerosos encargos del papa Gregorio XIII y diseña mosaicos, con los que logra sorprendentes calidades pictóricas.