Sus pinturas más reconocidas son las representaciones que realizó sobre temas relacionados con la industrialización en los Estados Unidos.
[4] En 1909 viajó a Europa, y en dicha ocasión tuvo su primer contacto con el modernismo, el cual influiría en su particular estilo pictórico.
[5] A finales de 1912 regresó a Nueva York, y un año después pintó uno de sus primeros trabajos futuristas: Battle of Lights, Coney Island, Mardi Gras.
A pesar de haber vivido por muchos años en dicho país, finalmente se convirtió en ciudadano en 1923.
[1] Stella empleaba por lo general una paleta caracterizada por una amplia gama de colores.
Es así que sus obras muestran una influencia del movimiento cubista y del futurismo, los cuales adaptó a su estilo después de realizar diferentes viajes por Europa.