Durante la Revolución industrial y al encontrarse en una región rica en carbón, hierro y agua blanda, la ciudad tuvo un fuerte crecimiento demográfico e industrial que la convirtieron en la "capital mundial de la lana".
Bradford fue una de las ciudades inglesas que alcanzó gran prosperidad durante la revolución industrial.
Durante este periodo se importó lana en grandes cantidades para la realización de estameña, en la que Bradford estaba especializada, u otros tejidos como la alpaca.
Así mismo la arenisca, roca muy abundante en Bradford, servía para la construcción de los molinos.
La innovación tecnológica fue un factor fundamental en el dominio ejercido por Bradford dentro de la industria textil durante los siglos XIX y XX.
Topográficamente se sitúa en la parte este de un páramo, en la región llamada South Pennines.
El color fue sumamente importante en el desarrollo de la industria textil, por lo que el educativo Bradford Colour Museum,[3] único en el Reino Unido, es un buen homenaje.
A lo largo de todo el año se celebran ferias gastronómicas y se instalan numerosos mercadillos, como por ejemplo el Bradford International Market, que dura cuatro días durante el mes de agosto.
El edificio más antiguo de Bradford es la catedral, la cual durante mucho tiempo fue una iglesia parroquial.
Aparte del Bolling Hall, conservado como museo, pocos más edificios medievales han sobrevivido.
El Theatre in the Mill, pequeño teatro situado en la Universidad de Bradford y por último el Priestley.
Pero sí que cuenta con grupos amateur como es el caso del Bradford Festival Chorus.