Hizo de la Corte un centro de poder más equilibrado frente al Congreso y a la Presidencia, especialmente a través de cuatro sentencias en casos paradigmáticos: Brown v. Board of Education (1954), Gideon v. Wainwright (1963), Reynolds v. Sims (1964), Miranda v. Arizona (1966) y Loving v. Virginia (1967).
Con todas estas medidas, la corte Warren estaba sentando un precedente, al cambiar la forma de entender e interpretar la Constitución estadounidense.
Hasta entonces, la Corte Suprema siempre había considerado que su deber de velar por la Constitución consistía exclusivamente en mantener la sacrosanta separación de poderes, evitando que el poder ejecutivo, principalmente, se excediera en sus funciones.
Esta interpretación continúa siendo mayoritaria el día de hoy.
Warren, junto con Jerry Brown, fueron los únicos gobernadores de California elegidos por tres períodos.