La palabra es ancestral del inglés moderno weird, que conserva su significado original solo dialécticamente.
La raíz protoindoeuropea es *wert- "girar, rotar", en germánico común *wirþ- con un significado "llegar a suceder, convertirse, ser debido" (también en weorþ, la noción de "origen" o "valor" (en inglés, worth), tanto en el sentido de "connotación, precio, valor"y "afiliación, identidad, estima, honor y dignidad".
[4] Desde el siglo XIV, weird también se usó como un verbo en escocés, en el sentido de "preordenar por decreto del destino".
Wyrd ha sido interpretado como un concepto germánico precristiano o como una diosa del destino por algunos estudiosos.
Según Voluspa 20, las tres Nornas "establecieron las leyes", "decidieron sobre la vida de los hijos del tiempo" y "promulgaron su ørlǫg".
Wyrd Mons, una montaña en Venus, lleva el nombre de una "diosa anglosajona del tejido".