Un área monetaria óptima suele ser normalmente más grande que un solo país.
Por ejemplo, parte de la argumentación detrás de la creación del euro es que los países europeos, individualmente considerados, no forman por sí solos un área monetaria óptima, pero que Europa en conjunto si forma un área monetaria óptima.
Los cuatro criterios citados para que una unión monetaria pueda ser un éxito son:[5] En este caso, Mundell intenta modelar cómo la incertidumbre sobre el tipo de cambio podría interferir con la economía.
Este modelo suele citarse menos que el anterior, y se basa en una publicación de 1973.
Suponiendo que la moneda es gestionada correctamente, cuanto mayor sea el área, mejor.