Ante este hecho sucedió la coincidencia fortuita de tener un poder ejecutivo militar que terminó aprobando el proyecto.
[1] Responde a estos planteos e implicará que los militares podrán aplicar sus ideas en la región sin oposición, pero también, se dio un proceso mediante el cual el Estado Nacional llevará adelante una serie de cambios estructurales que tendrán como consecuencia más destacable el apoyo de una población, que hasta el momento no había sido considerada como integrante de un proyecto nacional.
Los límites meridionales (esto es, con el Territorio Nacional de Santa Cruz) estaban dados -de oeste a este- por la vaguada de los ríos Ecker y Pinturas luego consecutivamente, por la vaguada del río Deseado hasta el Atlántico.
Al instalarse la capital de la gobernación en Comodoro Rivadavia, comienza el impulso a la ciudad en todos los planos, cuestiones por la que se había esperado más de cuarenta años: urbanización, tierras ganadas al mar, desarrollo económico, movilidad social, que transformaron a la ciudad en la más importante de Patagonia.
En 1949 inaugura un templo un nuevo y vital impulso, gracias al interés del General Armando Raggio surgido a fines de 1947 por la ausencia de un templo religioso acorda a la pujante capital.
Más tarde se convertiría este templo en la Catedral de San Juan Bosco.
Uno de los legados más grandes y perdurables fueron gestiones para el gasoducto que uniría Comodoro Rivadavia con Buenos Aires.
Una jugada estratégica fue, como lo muestra el mapa, crear los departamentos para organizar y desarrollar ciudades pocos pobladas en esos años.
Con el mismo objetivo se buscó desarrollar nuevas zonas y se creó el Departamento de Pico Salamanca, donde se pensaba fundar al menos una localidad, este departamento actualmente no existe, sus territorios hoy pertenecen al Departamento Escalante y su territorio aún sin poblarse, a excepción del caserío de Pampa Salamanca.
Este lapso de casi 2 años donde los militares golpistas gobernaron, prometieron analizar detalladamente las provincializaciones.
La pugna fue llevada al congreso, que analizó a fondo la última propuesta, por ser más razonable.
La ciudad petrolera al exponer todo su desarrollo (el más grande de Patagonia en esos años), pensó que tendría la puja a su favor.
[3] Un testimonio de la época refleja como reaccionó, en parte, la población comodorense y los cambios que se suscitaron:[5]
Además, continúa intacta su excelente relación con las localidades cercanas a ella de Chubut y Santa Cruz que conformaron su territorio nacional.
En tiempos actuales los comodorenses no olvidan que fueron y podrían ser capital provincial.