El mismo año 1902 puso música a otra obra de Pascoli, Il sogno di Rosetta.
Esta ópera nunca ha caído completamente del repertorio y ha disfrutado de varias grabaciones.
El patriótico Zandonai compuso en el año 1916 la canción, Alla Patria, dedicada en Italia, con el resultado que su casa y propiedades en Sacco, entonces bajo el dominio Austro-Húngaro, fueron confiscadas.
Cuando Puccini murió dejando inacabado el último acto de Turandot, Zandonai estuvo entre los compositores que el editor Ricordi consideraba competentes para completarlo.
Incluso parece que el mismo Puccini, en sus últimos días, había recomendado a Zandonai -y ciertamente Arturo Toscanini encontró adecuada esta decisión- pero Tonio, el hijo de Puccini, por razones que todavía son oscuras, vetó a Zandonai.