Se utiliza en fotografía de productos químicos y algunos medicamentos.
Es fácilmente soluble en agua, por lo que se cristaliza en cubos.
Esos cristales se filtran con mucho cuidado y se guardan en un recipiente hermético, lejos de la acción de la temperatura y la humedad ambiental.
No debe ser sometido a los efectos del calor, humedad o roce.
Al estallar, emite una nube de color violeta, correspondiente a yodo gaseoso, el cual es altamente reactivo y tóxico para la salud.