Los dos motores turborreactor Tumansky R-11, inicialmente con 57 kN (12,795 lbf) de empuje cada uno, se montaron en góndolas, similares al Yak-25 anterior .
El avión operaba, principalmente, en régimen subsónico, aunque podía alcanzar Mach 1 a gran altura.
La tripulación logró evitar una urbanización, pero se estrelló en el lago Stößensee sin conseguir la eyección.
Se les otorgó a título póstumo la medalla de la Bandera Roja.
Los aviones de reconocimiento y ECM fueron finalmente reemplazados por variantes del Sukhoi Su-24.