Fue, por tanto, un escritor bilingüe, que se desenvolvió bajo el influjo modernista y perteneció a la Generación del 900 o arielista.
Otros cuentos de dicha colección que todavía aparecen en las antologías escolares son: La venganza del cóndor, Coca y Fue en el Perú.
El padre regresa cuando ya la tragedia se ha consumado, aunque gracias a la boa, su hijo resulta salvo.
[3] Está ambientado en la selva peruana, en una choza situada a orillas del río Ucayali, así como en su entorno agreste.
[4] Jenaro Valdivián y su hijo Jenarito de siete años, vivían en una choza a orillas del río Ucayali, en plena selva peruana.
Como su sirviente indio había ido a cazar por dos o tres días, Jenaro decidió salir él mismo para comprar las provisiones.
[5] Adentrándose en la selva en su canoa, Jenaro pareció advertir que el tigre lo estaba espiando entre la espesura del bosque.
Tal vez algún indio amigo escucharía su mensaje; o Gutiérrez, el cauchero más rico de los contornos, le despacharía víveres.
La boa, con cuidado, descendió al niño en un rincón de la choza y se preparó para luchar contra el felino.
Abrazó al muchacho y en seguida, acarició con la mano las fauces muertas de la boa, diciendo con ternura: «¡Yacu-Mama, pobre Yacu-Mama!».
[10] El cuento recuerda a la obra literaria de Rudyard Kipling por la temática que propone: un ser humano ayudado por un animal.