La venganza del cóndor
Fue, por tanto, un escritor bilingüe, que se desenvolvió bajo el influjo modernista y perteneció a la Generación del 900 o arielista.[1] Ventura García Calderón, que era diplomático de carrera, con residencia en Francia, regresó al Perú en 1911.Fue una experiencia rica en episodios, que le sirvió posteriormente como insumo para sus cuentos ambientados en las tres regiones naturales del Perú, especialmente en la sierra.Otros cuentos de dicha colección que todavía aparecen en las antologías escolares son: Yacu-Mama, Coca y Fue en el Perú.El primer escenario que aparece es una posada situada en un puerto del Perú.El narrador-protagonista empieza su relato contando un abuso del que es testigo en una posada u hospedaje de un puerto del Perú: el capitán Gonzáles, uno de los huéspedes, despierta a puntapiés a su sirviente indígena, y como éste tarda en levantarse, le da un latigazo en la frente hasta hacerlo sangrar.Decide entonces continuar su viaje, no sin antes prometer un castigo terrible para el fugitivo.El indígena humildemente pide al narrador que le espere un rato; acto seguido, desaparece en un santiamén.El narrador queda helado al verse solo en medio de ese paisaje aterrador.[9] Este cuento, al igual que otros del autor, posee una buena técnica narrativa.Tanto la crueldad del capitán como la venganza del indio dan pie a sus observaciones y a sus frases de admiración ante los escenarios y los hechos extraños que parece no lograr comprender cabalmente.En este párrafo, como en otros, vemos que no es la intención del narrador criticar el abuso de los patrones; define la brutalidad del capitán González como un «arte triste» y califica al látigo de «lindo».Varios críticos concuerdan que Ventura no trasmite una imagen cabal del indígena y que en sus relatos está presente el prejuicio de la superioridad del hombre blanco sobre la raza nativa.El crítico Augusto Tamayo Vargas rechazó esa crítica y defendió la peruanidad de Ventura, pues los acontecimientos y ambientes expuestos en su obra eran peruanos, aunque algunos personajes no tuvieran un definido carácter nacional.