Siguió con la línea idéntica de los años pasados, acudiendo regularmente a actos populistas, como a la romería del Monte Faro, junto a Manuel Fraga, Victorino Núñez, Cuiña o Juan Manuel Diz Guedes.
Sin embargo, en la última legislatura de Manuel Fraga, llevó a cabo las directrices de José María Aznar, para minar la rebeldía de consejeros galeguistas como Cuiña o Aurelio Miras Portugal, tras la catástrofe del Prestige.
Participó activamente en la Ley de Derecho Civil de Galicia y propició, en la ponencia para la reforma del Estatuto de autonomía, importantes acuerdos con el BNG y el PSOE, aunque al final no llegó a un acuerdo, por la posición final de Alberto Núñez Feijoo en su encuentro con el presidente Touriño y con Anxo Quintana para acordar un texto definitivo.
En 2010 fue miembro del Consejo de Cuentas, sustituyendo a Pedro Puy Fraga, tras el proceso renovador y recentralizador impulsado por Feijoo.
En 2010 le fue concedida la Medalla del Mérito al servicio de la Abogacía.