En los discursos que siguieron, los líderes partidarios nacionales y regionales, con pocas excepciones, alabaron a Brézhnev “por mostrar constante preocupación por el bienestar del pueblo”.
Ningún líder soviético había recibido tal adulación desde Nikita Jrushchov, quien había sido derrocado internamente el 14 de octubre de 1964 por un grupo colegiado encabezado por el mismo Brézhnev.
Una significativa innovación de bienestar social fue el anuncio de una mensualidad familiar (aunque no se citó ninguna cifra específica al respecto) sería provisto a aquellas familias que tuviesen ingresos per cápita inferiores a los 50 rublos por mes (Aunque el gobierno soviético proveía de varias formas de bienestar social, a través de alquileres altamente subsidiados, guarderías y centros para el cuidado de niños y otras asistencias, todavía no realizaba pagos en efectivo a quienes eran muy pobres o se encontraban en una difícil situación financiera).
No obstante, las entonces nuevas fechas de repago fueron adelantadas para el período 1974-1990.
El paquete completo de incrementos salariales, mejores pensiones, repagos de préstamos y mensualidades para la niñez costarían unos USD 24.200, en comparación con los “sólo” 11.100 millones que habían sido oficialmente asignados para el último Plan Quinquenal.