Desde pequeño mostró su entusiasmo por el fútbol jugando por el club de su ciudad natal, con el cual debutaría en el profesionalismo.
Los siguientes dos años actuó en Regional Atacama, destacando en varios rankings, lo que le valió un contrato en 1984 para actuar en O'Higgins que, entrenado por Luis Santibáñez, formó un equipo con la intención de sobresalir en la Copa Libertadores de América 1984.
Su fallecimiento se debió a un accidente doméstico producto de la inflamación incandescente por falla en el sistema de gas en el departamento habitado por el jugador en Rancagua.
Sufrió quemaduras en el noventa por ciento de su cuerpo, lo que hizo infructuosa la atención médica recibida en la Posta Central de Santiago.
Sus restos mortales descansan en el Cementerio Municipal de su natal Ovalle.