William Parr, barón Parr de Horton

William encontró un hueco para su sobrino tocayo, quien fue educado por los mejores tutores en casa del duque, junto a otros nobles de su edad.

Pese a las ventajas que suponía su hogar, no resultó tan beneficioso como se esperaba.

[3]​ A pesar de que Parr fue nombrado chambelán, la casa era controlada por el cardenal Wolsey desde Londres.

Este control disminuyó cualquier oportunidad de conseguir beneficios económicos o mayor influencia por parte del duque.

Por otro lado, el tutor de Richmond, John Palsgrave, contratado solo por seis meses, no toleró que se le socavara y dimitió del cargo.

Al no prestar atención a sus obligaciones, la casa terminó abrumada y endeudada, por lo que se disolvió en 1929.

William intentó aprovechar la oportunidad para acercarse al duque de Norfolk y Thomas Cromwell.

Tal era la confianza de la reina en su tío que, cuando esta ostentó la regencia, le nombró miembro del consejo.

Fue un matrimonio feliz y prolífico, que engendró al menos cinco hijas supervivientes: Lord Parr y su mujer son antepasados del duque de Cambridge a través de su difunta madre, Lady Diana Spencer.