Fue a la escuela en Rottenburg am Neckar, donde explicaba su padre.
En París conoció e impulsó a Samuel Beckett, Nathalie Sarraute, Michel Butor, Alain Robbe-Grillet, Claude Simon, Marguerite Duras, Francis Ponge, Robert Pinget y Monique Wittig.
Además, ha sido crítico en periódicos como el Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ).
Hoy es internacionalmente reconocido como un historiador de los clásicos modernos del arte.
Su obra es muy vasta y ha sido traducida a muchos idiomas.