[1] Su obra fue reconocida y divulgada por los medios académicos del mundo occidental en la década de 1960.
El niño utiliza alguna clase de ´herramienta´ o ´signo´ para convertir relaciones sociales en funciones psicológicas".
Antes de cumplir su primer año, su familia se trasladó a Gómel, lugar donde creció.
En su adolescencia era fanático del teatro y pintura decidió reescribir su apellido Vygotsky, en lugar de Výgodskiy ("výgoda" significa "beneficio" en ruso), como era originalmente.
En esta universidad, por ejemplo, se aceptaban mujeres y personas de cualquier religión.
[3] Volvió luego a Gómel, con un anhelo difícil de cumplir: enseñar psicología y literatura.
Precisamente en ese momento, debido a la Revolución de Octubre, se abolieron todas las discriminaciones contra los judíos.
Posteriormente, Vygotsky trabajó en el Instituto de Psicología de Moscú junto a Aleksandr Lúriya y Alekséi Leóntiev, quienes eran un poco más jóvenes que él y que, posteriormente, también adquirirían reconocimiento a nivel mundial.
Ellos buscaban reformular la teoría psicológica tomando como base la mirada marxista, inventando estrategias pedagógicas que permitieran luchar en contra del analfabetismo y de la defectología, condición atribuida en esa época a los niños considerados “anormales” o “difíciles”, dentro de la cual se incluían situaciones como ser zurdo o retrasado mental.
Nuevamente fue internado en el hospital en 1926, donde escribiría un ensayo sobre “La significación histórica de la crisis en psicología”, texto que tampoco se publicaría.
En 1930, dirigió en Moscú un seminario con Lúriya, con Serguéi Eisenstein y con el lingüista Nikolái Marr.
Siempre activo, en 1933, emprendió una gran síntesis de su obra para responder a las diversas críticas en su contra.
Estas herramientas amplían las habilidades mentales como la atención, memoria, concentración, etc. De esta manera, la actividad práctica en la que se involucra el/la niño/a sería interiorizada en actividades mentales cada vez más complejas gracias a las palabras, fuente de la formación conceptual.
En tanto que es dialéctica, se inicia en la sociedad y retorna a ella, pero en un nivel superior.
El contacto con la acción externa fuerza la transformación interna (se busca la homeostasis interior-exterior del sujeto), que se desarrollará según múltiples factores genéticos o adquiridos de la personalidad, en una fluctuación constante y, por tanto, imposible de generalizar.
En la medida de este perfeccionamiento, el sujeto va desarrollando su autonomía o independencia con los objetos reales, concretos, que comienzan a manifestarse mentalmente en su aspecto abstracto.
[7][página requerida] El niño desea cabalgar un caballo, pero no puede, así que toma una vara y se monta a horcajadas en él, y pretende entonces que está cabalgando.
En el momento crítico en que una vara —esto es, un objeto— se convierte en pivote para extraer el significado del caballo desde un caballo real, se altera radicalmente una de las estructuras psicológicas básicas que determina la relación del niño con la realidad".
Han "internalizado" esos pivotes en tanto imaginación y conceptos abstractos a través de los cuales entienden el mundo.
Los niños adquieren así reglas sociales, y también lo que ahora denominamos autorregulación, autocontrol.
Podemos citar entre los ejemplos de procesos psicológicos elementales (PPE) a la memoria y la atención.
Esta teoría presentó una importante variante a través del legado que dejó antes de fallecer la pedagoga latinoamericana Mercedes Chaves Jaime.
El concepto de la ZDP se basa en la relación entre habilidades actuales del niño y su potencial.
La diferencia o brecha entre esos dos niveles de competencia es lo que se llama ZDP.
Vygotsky utilizó el término andamiaje para referirse al apoyo temporal que proporcionan los adultos (ya sean padres, profesores o maestros) al niño para que este cruce la Zona de desarrollo próximo.
Si bien pensamiento y lenguaje tienen raíces genéticas diferentes, en un determinado momento del desarrollo (hacia los dos años) ambas líneas se entrecruzan para conformar una nueva forma de comportamiento: el pensamiento verbal y el lenguaje racional.
Actualmente, la filosofía de Vygotsky se aplica cada vez más, en especial en establecimientos educativos, donde sus técnicas sirven para fomentar el crecimiento personal en los alumnos.