Vulgo y chusma son términos despectivos con los que se designa a las clases bajas, que con términos más neutros (o, en su caso admirativos) se designan como muchedumbre, plebe, el común,[1] el pueblo o las masas.
El término "vulgo" deriva del latín vulgus, y se aplica tanto al "común o conjunto de la gente popular" como a los que tienen conocimientos rudimentarios de alguna materia.
[3] Lo vulgar es lo propio de esas capas de la población, como en origen fueron las lenguas vulgares por oposición al latín, la lengua eclesiástica y de cultura durante la Edad Media y el Antiguo Régimen.
El tópico literario latino odi profanum vulgus (odio al vulgo ignorante), y el tratamiento literario de la figura del rústico[4] responden a esa perspectiva, propia de la visión de las clases altas sobre las inferiores, iletradas.
También a la frecuentación de los ambientes y la adopción de las costumbres y diversiones populares por las clases altas, que en España desde el siglo XVIII se denominó casticismo.