Era operado por un avión CASA CN-235 perteneciente a la compañía aérea española Binter Mediterráneo.
Aunque el CN-235, está diseñado para fines militares, en los años 80, comenzaron a utilizarse como avión comercial; aunque para tales fines, no tuvieron mucho éxito.
El avión sigue desplazándose hasta llegar a la carretera N-340, donde afortunadamente, no pasaba ningún coche.
Los restos del avión, fueron llevados a la fábrica de CASA en Sevilla.
Tras terminar la investigación, fue desguazado, excepto la cola, que permanece expuesta en el Museo Nacional de Aeropuertos y Transporte Aéreo (Málaga).