Los 156 pasajeros y 14 tripulantes murieron, incluyendo a Bonnie Pugh, esposa del embajador estadounidense en Chad, Robert L.
[2] En 1999, un tribunal francés declaró culpable en ausencia al cuñado de Muamar el Gadafi, Abdullah Senussi, jefe de los servicios secretos libios, junto a otros cinco acusados.
En la cabina de vuelo estaban el Capitán Georges Raveneau, como instructor; el primer oficial Jean-Pierre Hennequin en entrenamiento; el piloto auxiliar Michel Crézé; y el ingeniero de vuelo Alain Bricout.
No hubo que lamentar muertes en esta ocasión y los responsables nunca fueron identificados.
[9] Existen otros tres monumentos construidos en homenaje a las víctimas.
Uno fue erigido en Yamena, otro consiste en una estela colocada en el cementerio de Père-Lachaise en París y el tercero es un monumento en Brazzaville.