Las palabras en el idioma protoindoeuropeo se dividían en tres partes: una raíz, un sufijo y una desinencia flexional.
A veces la vocal temática actuaba como un sufijo entero, derivando nuevos temas desde una raíz directamente.
Como consecuencia de tales cambios, la distribución entre palabras temáticas y atemáticas varía ampliamente en los idiomas indoeuropeos.
En latín, por ejemplo, sólo hay unos pocos verbos atemáticos, mientras que el sánscrito conserva un gran número de estos.
Por otra parte, los atemáticos tenían estas otras: Los verbos atemaicos eran una categoría cerrada con formas heredadas del protoindoeuropeo.