[3][1] Un incidente que afectó la existencia de la comunidad alemana verapacense fue cuando entre 1935 y 1936, el Tercer Reich pidió votar a sus ciudadanos sobre la anexión de Austria a Alemania: un barco alemán ancló en Puerto Barrios para efectuar la actividad y quienes asistieron fueron «fichados» como simpatizantes del régimen nazi de Adolf Hitler.Y aunque muchos de estos grupos se dedicaban a actividades fundamentalmente culturales y a conmemorar la celebración de algunas fechas muy importantes para el nacionalsocialismo como el cumpleaños del Führer, el ascenso de Hitler al poder y el Día del Trabajo; los alemanes simpatizantes con el régimen tuvieron conflictos con el resto de germanos residentes en Guatemala, que habían llegado al país en el siglo XIX y que ya habían establecido sus familias en el país.[4][6] Más tarde, en el año de 1937, Jorge Ubico recibió una carta del canciller alemán, Adolf Hitler, donde le felicitaba por su gobierno en Guatemala.[1] Estos últimos tenían una gran influencia en el gobierno guatemalteco, gracias a las concesiones otorgadas a las empresas norteamericanas como la United Fruit Company, que tenía el monopolio de la exportación de banano y por el que prácticamente no pagaba impuestos a Guatemala, y el transporte por ferrocarril por medio de su subsidiaria International Railroads of Central America (IRCA).El historiador guatemalteco Francis Polo Sifontes cuenta que durante la Segunda Guerra Mundial muchos alemanes fueron llamados para prestar servicio militar en su país.
Otto Langmann, pastor alemán que llegó a Guatemala en 1930, apoyó una comunidad evangélica local; y un año más tarde se unió al partido Nazi.