Virginia Choquintel

Vio pasar el final de los pueblos originarios fueguinos, que para entonces contaban con unos pocos individuos sobrevivientes del genocidio selknam, el mestizaje y las enfermedades importadas por los blancos.

De su madre, Magdalena Saenes, no recordaba nada ya que había sucumbido a las enfermedades traídas por los occidentales, cuando ella tenía solamente 4 años.

En esa misma década fue hallada y reconocida como una de las últimas selknam existentes.

Virginia Choquintel recuerda "Nosotros teníamos que saber cantar el Himno Nacional de Chile y el Argentino, en la Misión.

Las chicas del María Auxiliadora íbamos a la Escuela Nº2 porque no habían todavía maestras.

La ceguera, y posterior muerte de su esposo Nino fue un golpe devastador para Virginia.

Murió un 2 de junio en su casa y fue enterrada junto a su esposo.

Imagen del cuaderno de primer grado de Virginia Choquintel en el Museo de la misión salesiana, Río Grande
Carta escrita por la investigadora Anne Chapman a Virginia Choquintel
Tumba de Virginia Choquintel en el cementerio de Río Grande