Habitaba en esta Isabel Tintero, quien viendo la escena lo recuperó, limpió, enmarcó y colocó en el portal de su casa.
Dice el mencionado informe: Como fuera que a tal Virgen se le atribuyesen varios milagros, su culto se extendió rápidamente, llegando su devoción a la Casa Real.
Realiza el proyecto Francisco Sánchez, discípulo de Ventura Rodríguez, concluyéndose la capilla en 1795.
Cuando se produce la invasión francesa, es la propia Isabel quien esconde el cuadro y las joyas de la Virgen durante la ocupación.
En 1978 se acometió una restauración en profundidad del edificio, dirigida por el arquitecto Antonio Ábalos Culebras.