Finalizada la Guerra Civil, Miguel de Molina que vivía en Cáceres conoció a Juan Solano y fue él quien le recomendó que enviase sus músicas a Concha Piquer.
Se trasladó a Madrid donde colaboró con los escritores Ochaíta y Xandro Valerio.
Triunfaron creando canciones tan populares como El Porompompero, cantado por generaciones de españoles.
Compuso tmabién temas como Doce cascabeles, Cinco farolas, La niña de Punta Umbría y Cría cuervos.
[3] Falleció en Málaga por una insuficiencia cardíaca y fue enterrado en el cementerio de Benalmádena.