Virgen de Guadalupe (La Gomera)

Sus tripulantes advirtieron en tierra muchas luces brillantes que salían de una cueva.

[1]​ Atraídos por ello descendieron a tierra y encontraron en la cueva una pequeña imagen de la Virgen María con su hijo en brazos.

Pero tras esto, por más que lo intentasen no podían navegar, además una bandada de gaviotas enloquecidas se abalanzó sobre el barco, incluso una de estas aves intentó atrapar la imagen mariana con sus garras y picos.

Todos fueron al lugar, llamado Puntallana y allí se le construyó una ermita.

[1]​ Su ermita está en una marisma a la que se accede en pequeños barcos de vela.

Durante esta restauración se descubrió su primitivo manto oculto por los repintes posteriores que le fueron practicados a la talla.

Tanto la Virgen como el Niño llevan sendas coronas realizadas en plata y culminadas con unas pequeñas cruces.

La bajada empieza el lunes siguiente al primer sábado de octubre, y tras esta peregrinación por toda la isla, la imagen regresa a su ermita.

Una vez en su templo, la imagen no vuelve a realizar esta cita lustral hasta dentro de cinco años.

Réplica de la Virgen de Guadalupe de La Gomera venerada en Adeje ( Tenerife ).