Cabianca empezó su carrera en su ciudad natal, para continuar después en Venecia, ligado a la Academia de esta ciudad.
A pesar del estrecho contacto que mantuvo con Telemaco Signorini y Odoardo Borrani desde 1853, año en que se trasladó a Florencia, hasta 1855 pintó sobre todo interiores.
Solo en 1858 adoptó completamente la poética de los macchiaioli.
Con motivo del centenario de su nacimiento, se organizó una exposición en 1927.
Posteriormente, sólo hubo nuevas exposiciones 80 años después, en Perugia y Florencia.