Esta palabra latina se asocia con la raíz indoeuropea *weik- (casa o sede de clan), que estaría presente en el griego οἶκος (oikos = casa) y de ahí las palabras economía, ecosistema, ecología, ecuménico.
En la época del cine mudo, los villanos tenían que parecer muy siniestros «visualmente», y así nacieron muchos estereotipos sobre ellos.
Otros estereotipos villanescos incluyen la costumbre de la «risa malvada», una voz estirada y aduladora, y un arrogante exceso de confianza en sí mismo que le lleva a explicar innecesariamente sus siniestros planes.
También existe el estereotipo contrario del villano hermoso que se parece a un héroe, pero cuya personalidad y actitud revelan una naturaleza diabólica.
El villano rubio de ojos azules ha derivado recientemente en un extraño estereotipo, el albino malvado, un villano que muestra varios rasgos físicos normalmente asociados con el albinismo (como piel blanca, cabello rubio platino y ojos azules o rojos) aunque no necesariamente tenga tal condición.
Tal como los siervos, los villanos debían pagar a los señores un tributo señorial así como cumplir con la corvea.
Muchas veces estos personajes desarrollan planes más o menos elaborados, los que son explicados a lo largo de la trama, y los que normalmente perjudican o intentan perjudicar al protagonista y a la propia sociedad.