En el siglo XIII aparece escrito Villa de Molis, Villamolas o Villamuelas.
En 1284 parece documentado en su iglesia el clérigo Domingo Pérez, al tiempo que se habla de un vecino, Pedro Micael el pescador que ha pagado al prestamista judío, Ausuleiman Davi, la cantidad de 200 mizcales (moneda marroquí).
Es al final del siglo XVIII cuando la población adquiere un número similar al actual, para aumentando levemente en los siguientes, llegando a su máximo desarrollo a principios del siglo XX.
Como edificios más notables de la localidad destacan la Iglesia Santa María Magdalena y la llamada Casa grande.
Cuenta con un archivo bien conservado, en el que los libros más antiguos son de finales del siglo XVI.
Relacionado con este lugar está la bodega con el mismo nombre, fundada hace más de treinta años.