Villalba de los Barros

En cuanto al origen del término “Villalba”, existen dos versiones: - Tras la conquista de estas tierras por los cristianos a los musulmanes, existía a finales del siglo XIII una alquería (caserío con pocos vecinos) que se llamaba “Villa Alba”, ambas palabras procedentes del latín, “Villa” que significa casa de campo, granja y “Alba” que significa blanca; por lo que puede estar relacionada con origen romano.

Por otro lado “De los Barros” es la denominación que le pusieron los propios agricultores por ser unas tierras arcillosas.

Está situado entre Santa Marta y Almendralejo, en las proximidades de Aceuchal.

La población ha evolucionado mostrando un crecimiento sostenido entre 1900 y 1940, un estancamiento a finales de los años 50 y un retroceso demográfico en la segunda mitad del siglo pese a la pequeña recuperación lograda en la primera mitad de los ochenta.

La natalidad se ha situado en niveles próximos al 12 por 1.000 (11,9) en tanto que la mortalidad ha crecido por encima del 11 por 1.000 (11.3), es decir, un bajo índice de crecimiento natural (0,6 por 1.000).

Las especies mejor representadas son la bovina, porcina y ovina, en tanto que el caprino apenas significativo.

La distribución del sector servicios se distribuye de la siguiente manera: A finales del siglo XIII, Sancho IV otorgó un privilegio a su Camarero Mayor, el Almirante Juan Mathé de Luna, para que pudiera poblar con 50 vecinos, y convertirlo en villa, el lugar entonces denominado Puebla de Don Falcón, a partir del cual se consolidaría posteriormente Villalba de los Barros.

A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura.

Hay autores que estiman que en la etapa musulmana el patio de esta fortaleza pudo haber estado originalmente cubierto, configurando una mezquita y tras sucesivas remodelaciones pasó a convertirse en la estructura del posterior castillo señorial cuyos restos han llegado hasta nuestros días.

De Montevirgen se sitúa a dos kilómetros y medio junto al río Guadajira.

Su curiosidad le llevó a remover aquel montón de piedras encontrando la imagen sobre un pilar que le servía de peana; y que por esta razón, los Condes, decidieron se construyera allí una ermita.

Acrecentándose la devoción a la Virgen, aumentaron las visitas y aunque los vecinos disponían de un fraile santero que atendía con gran devoción y esmero al cuido de la ermita, eran sus deseos como también los del Duque el que se edificase un convento en el lugar.

Don Gómez Suárez de Figueroa y su mujer Doña Juana Dormer tomaron a su cargo la edificación del convento, sin embargo cuando se llevaba construida la mitad de la obra, falleció Don Gómez, hecho que hizo paralizar por algún tiempo las obras que continuó su hijo Don Lorenzo.

La antigua ermita mientras tanto se utilizó como iglesia durante varios años, pero al quedar algo desviado de la nueva se decidió en 1585 trasladar la imagen de la Virgen y el Santísimo al cuarto construido hasta que se terminó de construir la iglesia grande ya comenzada.

No se creyó suficiente la iniciada grande, ya que en 1591, el Ministro Provincial padre Juan Bautista Moles puso la primera piedra con gran solemnidad el lunes de Semana Santa 8 de abril.

La fama de hacer milagros que tenía esta sagrada imagen se extendió por toda la región de la que acudían para postrarse a sus pies a pedirle remedios.

Hacia la mitad del lienzo Norte, a la derecha de la entrada principal y sobre una pequeña columna se sitúa el humilde púlpito, coronado por una concha invertida.

En 1907, debido al mal estado en que se encontraba la imagen de la Patrona, el Obispo Don Félix Soto Mancera, propuso a la Junta Directiva de la Hermandad la restauración en Sevilla a costa del prelado.

La imagen fue enviada a Don Juan Sánchez, párroco de San Lorenzo de Sevilla quién la llevó para restaurar al notable escultor sevillano Don Adolfo López.

Así, el 28 de febrero de 1908, la imagen que se conocía vestida, se mostraba en talla sedente con elevado respaldo del sillón y ráfagas a su alrededor, con manzana en su mano derecha y sujetando al Niño Jesús con su izquierda.

Castillo.
Iglesia.