Está asentada en la comarca Boedo-Ojeda, en una amplia y fértil vega que riega el río Burejo, ya próximo a entregar sus aguas al Pisuerga.
Lamentablemente, el mosaico más valioso -una representación de Diana cazadora- desapareció a finales del siglo XIX.
Sin embargo, después de 1380, por sentencia del rey Juan I, fue devuelto a la abadesa.
En los años 1960 llegó a tener 900 habitantes, ayuntamiento propio y un próspero nivel de vida basado en el cultivo de la tierra, principalmente ajos, patatas y cereal.
Población de derecho (2000-2020) según el padrón municipal del INE