Verbos débiles en lenguas germánicas

En las lenguas germánicas, los verbos débiles son los que forman sus pretéritos y participios pasados mediante un sufijo de una consonante dental que contiene /t/, /d/, o un sonido similar (Para comparar idiomas, se refiere estas consonantes como dentales aunque en algunos idiomas, incluyendo la mayoría de variedades del inglés, /t/ y /d/ son consonantes alveolares).

En las lenguas germánicas occidentales, el sufijo se endureció a ser [d], pero continuó como una consonante fricativa en otras lenguas tempranas de la familia germánica (como gótico y muy a menudo nórdico antiguo).

Cuando no hay una vocal a continuación, el ensordecimiento final causa una pronunciación de /t/ en todos los casos.

Sin embargo, el neerlandés sigue distinguiendo la ortografía ⟨d⟩ y ⟨t⟩, aún en la posición final, según una regla que se llama ‘t kofschip.

En afrikáans, que proviene del neerlandés, el pretérito ha caído completamente en desuso, y se indica el participio pasado con solo el prefijo ge-.

En bajo alemán, la terminación dental en el pretérito era originalmente /d/ o /t/ según la raíz del verbo.

En los verbos en los que permanece, la consonante dental es /d/ o /t/, dependiendo de la conjugación y el dialecto.

El sueco se parece al noruego, pero permanece la consonante dental en la ortografía, aún entre vocales.

En concreto: Esta clase permaneció pequeña en gótico, pero se expandió significativamente en los otros idiomas.

La distinción entre las dos clases era originalmente debido a la Ley Sievers y se extendió gracias a cambios como la germinación germánica occidental, lo cual afectó verbos de raíces cortas pero no de raíces largas.

En las lenguas germánicas occidentales del norte, era un sufijo extendido alternativo, -ōja- que a veces aparecía en las formas no pasadas, por ejemplo en el infinitivo de inglés antiguo -ian < *-ōjan.

La forma presente se conjugó como un verbo fuerte, por ejemplo en gótico como fullna, fullnis, fullniþ, etcétera.

El islandés, el noruego, y el frisón han retenido dos clases productivas de verbos débiles.

El neerlandés tiene algunos ejemplos: Un ejemplo del inglés es: sow – sowed – sown (Clase VII de verbos fuertes con un pretérito débil) A menudo, el viejo participio fuerte puede sobrevivir como un adjetivo mucho después de haber sido reemplazado con una forma débil en construcciones verbales.

Los verbos débiles que desarrollan formas fuertes son a menudo inestables.

Un ejemplo típico es fragen (preguntar) del alemán, el cual es históricamente y actualmente un verbo débil.

Aunque por un periodo en el siglo XVIII, las formas fragen – frug – gefragen, por analogía con tragen (llevar) – trug – getragen, por ejemplo, se consideraban aceptables.

En indoeuropeo y germánico temprano se formaba el denominativo al añadir el sufijo ablautado con una vocal temática, *-yé⁄ó, a un sustantivo o adjetivo.

Ese método de formar verbos causativos ya no es productivo en las lenguas germánicas modernas, pero quedan muchas reliquias.

(Se puede adivinar que el homólogo de rise sería raise, pero es una apropiación del nórdico antiguo, *raizijaną permanece regularmente.)

Ese fue el caso de los verbos débiles waurkjan 'trabajar, elaborar,' bugjan 'comprar,' y sokjan 'buscar' (formas góticas).

Esa teoría, sin embargo, también es disputada debido a su incapacidad para explicar todos los hechos.

Según Hill (2010), las terminaciones, que en el singular no muestran la reduplicación en ninguna lengua germánica, retienen el subjuntivo protoindoeuropeo de la raíz aorista.

Jacob Grimm acuñó originalmente el término verbo débil, lo que solo aplicó a la filología germánica.